Alimentación Apropiada para Niños con ADDH, TDA, TDAHA

Básicamente la dieta que le doy a mi hijo es: evito los dulces en exceso, nada de refresco y nada que tenga colorantes.  Sin embargo, he realizado varios cambios a la dieta de mi hijo que le han ayudado mucho. El libro La Cura Bíblica para el DDA y la Hiperactividad escrito por el Dr. Don Colbert, él es médico y escribió este libro para ayudar a niños como el tuyo y el mío con esta condición (ADDH, TDA, TDAHA) y provee varios consejos, los que he puesto en práctica con mi hijo.  Pueden conseguir el libro en una tienda que vendan efectos religiosos.

Les explico, hay varios neurotransmisores claves que son críticamente importantes para la concentración, el aprendizaje y la memoria.  Estos neurotransmisores más importantes son la acetilcolina, la norepinefrina, la serotonina y la dopamina. Lo que come tu hijo a diario forma estas sustancias químicas esenciales del cerebro. La acetilcolina es la principal sustancia química del cerebro para el pensamiento y la memoria. Es posible restaurar el nivel de acetilcolina en el cerebro comiendo ciertos nutrientes que contengan lecitina. Las comidas más altas en colina son las siguientes: yema de huevo, germen de trigo, frijol de soya, cacahuetes, mantequilla natural de cacahuete y productos de trigo integral. Por otro lado los alimentos altos en proteínas ayudan a formar los neurotransmisores llamados dopamina y norepinefrina. Estos proceden de los aminoácidos que se encuentran en las siguientes comidas altas en proteínas: pescado soya, aves y productos lácteos. El desayuno es la comida más importante y la que debe ser alta en proteínas puede comenzar: yogurt, huevos, carnes magras de desayuno como embutidos de soya o queso de soya o un batido de proteínas.

Otro neurotransmisor es la serotonina. Esta da una sensación de bienestar y contento y ayuda a dormirse. Esta sustancia química se produce en el cuerpo a base de comer alimentos que contengan el aminoácido llamado triptófano. Si no come los alimentos correctos su cuerpito no va a producir la cantidad adecuada de serotonina. Para obtener el triptófano puedes darle: pavo, leche, productos lácteos, semillas de girasol, carnes, bananas, la mayoría de las comidas azucaradas y los almidones. Como e indique evito los dulces en exceso, aunque necesita su cuerpito azúcar, glucosa esta es la fuente exclusiva de combustible en el cerebro monitoreo su consumo; para que no sea en exceso. Porque todo en exceso hace daño. El cuerpo utiliza el 20% de su energía, por lo tanto necesita comer algún alimento que contenga el azúcar-glucosa que le provea esa energía. Los dulces no son la opción y puedes utilizar alimentos que contengan dichos azucares más saludables. Pero tratándose de un niño se me hace bien difícil porque siempre tiene quien le provea dulces en la escuela.

Con los alimentos adecuados se pueden rellenar con frecuencia el suministro de glucosa de su cerebro. Si las células cerebrales no reciben glucosa suficiente, entonces se produce una crisis de energía. El resultado es una perturbación en el estado de ánimo, la conducta, la concentración, la duración de la atención y la menoría. Obviamente esto lo puedes lograr con los alimentos adecuados y no con dulce. Te explico esto porque hay alimentos con alto índice glicémico estimulan el páncreas para que segregue demasiada insulina. Esto lo que causa es un bajo nivel de azúcar en la sangre, con síntomas como una disminución en la duración de atención, hiperactividad, distracción y dificultades en el aprendizaje. Es por ello que no solamente basta con evitar los dulces sino también los azúcares de alto índice glicémico. Los alimentos con bajo índice glicémico no causan que el cuerpo se vea inundado con cantidades excesivas de insulina. Por ello, el nivel de azúcar de la sangre permanece más estable, sin estos altibajos. Esto le permitirá concentrarse y aprender cuando se le proporcionan carbohidratos de bajo índice glicémico. Los almidones procesados como el pan blanco, los pasteles e arroz, el arroz blanco y las papas asadas son altos; es como darle de comer caramelos. Así que, no basta con evitar los dulces como te indique; sino que tienes que monitorear los azucares en la dieta de tu hijo. Mientras más puedan regular el nivel de azúcar en la sangre y la insulina el cerebro de tu hijo funcionará mejor y éste será capaz de concentrarse y aprender.

Le recomiendo que visiten un naturópata o nutricionista ellos podrán recomendarle los mejores alimentos que pueden darle a su hijo que sean de bajo índice glicémico y cuales debes evitar que sean de alto índice glicémico. Por ejemplo, las frutas enteras tienen un índice glicémico mucho más bajo que los jugos. Puedes darle una naranja o manzana cortadas en vez de jugo. Los vegetales son estupendos, tienden a tener un índice glicémico bajo: alubias, legumbres, guisante y las lentejas. También los cereales integrales y lo cereales de desayuno y la mayoría de los productos lácteos con excepción del helado y el yogurt con frutas. Pero el yogurt simple, con fruta recién cortada es un excelente alimento de índice glicémico bajo.

Por otro lado, tu hijo necesita grasas para que su cerebro y sistema nervioso funcionen adecuadamente. Las grasas malas son: grasas saturadas son muy dañinas; grasas poliinsaturadas en cuando al daño que producen están en segundo lugar; y, las grasas hidrogenadas que son las más dañinas. Las saturadas las encuentras en todas las carnes; pero sus concentraciones más altas están en el queso, la mantequilla, la maneca de animales, la piel de los pollos, y los cortes grasos de carne como el tocino y las hamburguesas. Estas contribuyen a las enfermedades del corazón y entra en todas las células del cuerpo incluyendo las del cerebro. Cuando la grasa saturada entra a la célula cerebral hacer que las paredes de la célula se endurezca y se vuelva más gruesa. Esto dificulta que los elementos nutritivos entren a la célula y les permitan a los productos de desecho que salgan de ella. Las poliinsaturadas pueden dañar las células cerebrales. La encuentras en: el aceite de cártamo (safflower), el aceite de girasol, el aceite de maíz y el aceite de soya. Estas grasas oxidan más rápido que las saturadas y crean unos radicales libres que pueden dañar e incluso destruir las células cerebrales. Las grasas hidrogenadas o parcialmente hidrogenadas las encuentras en la margarina y la grasa para cocinar. Se hallan también en la mayoría de la mayoría de las galletas dulces, la pastelería, las tartas, los pasteles y otros productos horneados. Como han sido transformadas en un ácido transgraso es peligrosa ya que puede interferir en la función celular del cerebro. Muchas de las mantequillas de cacahuate, pastelería, tartas, pasteles, galletas dulces y margarina. Y afectan las células cerebrales lo cual podría tener un impacto negativo en la capacidad de tu hijo para aprende, concentrarse y sostener su atención. Las grasas buenas son las monoinsaturadas para mantener saludables las membranas celulares. Estas te protegen contra las reacciones de los radicales libres. Puedes utilizar: aceite de oliva, aceite de macadamia, aceite de canola (aceite de colza), aceitunas, el aguacate, las almendras y las macadamias.

Las grasas Omega-3 son las más saludables para el cerebro. Las encuentras en suplementos de Omega-3, en el aceite de linaza y los aceites de pescado o en el pescado mismo. El cerebro es el órgano con más grasa y está formado por lípidos que son sustancias grasas. Por ello las grasas dañinas tienen un impacto negativo en la capacidad de su hijo para pensar y procesar información. Las mejores grasas las encuentras en los aceites de pescado o en el pescado mismo. Los aceites de pescado ayudan a impedir que los radicales libres dañen el cerebro. También ayuda a las membranas de las células a volverse más plegables lo cual tiene por resultado una comunicación mejor entre las sinapsis de las células cerebrales. Esto ayuda a su cerebro a funcionar mejor. Además, el pescado es alimento para el cerebro. La sinapsis son las que permiten a las células nerviosas que se comuniquen entre sí y trasmitan su mensaje a otras neuronas. El aceite de pescado también mantiene suaves y flexibles las membranas de las células cerebrales, de manera que los mensajes neurotransmisores puedan atravesarlas. Así que sírvele pescado con frecuencia, salmón, caballa, arenque, atún, sardinas y otros pescados grasos, una o dos veces por semana. Evita las comidas fritas. Cuando preparen el pescado, hazlo a la parrilla, asado o a la plancha. Si su hijo se niega a comer pescado puedes darle aceite líquido de linaza. También el aceite de linaza lo puedes utilizar como aderezo para la ensalada, lo puedes añadir a una bebida nutritiva o tomarlo como suplemento una cucharada una o dos veces al día o una o dos cápsulas tres veces al día con las comidas. O, lo que te recomiende tu naturópata o nutricionista recuerda que son productos naturales.

En el libro, el Dr. Colberg recomienda este batido puede ayudar a nutrir el cerebro para que pueda hacer una mejor labor en la escuela: 1 taza de leche de soya; 1 cucharada de lecitina granulada; 1 cucharada de aceite de linaza; 1 cucharada rebosante de polvo proteínico como el Polvo Vegetariano de Proteínas Prozone (puedes encontrar ese polvo proteínico cuarenta-treinta-treinta en tiendas de productos de salud. Finalmente las comidas que con frecuenta afectan a los niños con hiperactividad son: azúcares, sirope de maíz, huevos, productos lácteos, cereales, en especial el trigo, comida rápida, colorantes de comida, conservantes de comida, aditivos de comida, colorantes artificiales y edulcorantes artificiales. Por ello, es importante que visites un naturópata o una nutricionista que podrá recomendarte los alimentos que son apropiados para tu hijo. A mi hijo esto que te indico le ha ayudado mucho.