Mi hijo de 11 años está diagnosticado con Déficit de Atención con Hiperactividad y Agresividad, Oposicional Desafiante, desde que tiene cinco años. Debido a su condición, y en el proceso del divorcio, comenzaron a incrementarse los episodios de agresividad en mi hogar. Mi hijo no respeta la autoridad, no quiere seguir reglas, cuestionaba mi capacidad como madre para disciplinarlo, problemas de disciplina y agresión en la escuela, agresiones físicas hacia sus hermanos y mamá, uso de vocabulario inapropiado, no medía el peligro, etc. Con cada uno de estos episodio, recurría a papá para que me ayudara con relación a la estructura y disciplina que el niño necesitaba para poder ayudarlo; pero, éste me indicaba que el niño en su hogar no se portaba mal y que como él no formaba parte de mi hogar no podía ayudarme. Pero aún, al tener las relaciones paterno filiales, fines de semana alternos, era una manera de recompensar la conducta de mi hijo; porque papá a pesar de la gravedad de la situación no me apoyaba en disciplinarlo. Esto provocó que, papá comenzara a cuestionar mi ejecución como madre, en cuanto a la estructura y disciplina ofrecida en mi hogar. Y, muy solapadamente, me quitaba la autoridad con respecto a la disciplina o estructura impartida, informando a los niños de lo que mamá podía hacer o no hacer en tal cual situación ocurrida en el hogar. Tanto era así que además, informaba a los niños detalles sobre: la pensión, de leyes sobre maltrato o cuando un juez decidía adjudicar la custodia al padre por algún motivo, que decisiones podía tomar, etc. Me horrorizaba, al escuchar a mi hijo citarme perfectamente la Ley de Maltrato o indicarme que la ley lo protegía, por lo que yo no podía tomar ninguna decisión de hospitalizarlo si esa fuera mi opción en un evento de agresión con el niño. Me dejaba desarmada. Imagínense, un chiquillo de 11 años, diciéndole a un adulto que no tiene el poder ni la potestad para establecer normas, reglas ni disciplina que éste pueda seguir en el hogar. Estaba perdiendo a mis hijos, y papá muy solapadamente los estaba alineando. Mientras mi hijo se volvía más y más exigente y rebelde con relación a la estructura y reglas establecidas en el hogar; yo, tenía que intentar lidiar con esta situación, sin la ayuda ni apoyo de papá. Recurría a los especialistas para ayudar a que mi hijo entendiera que el es un niño y que en cualquier hogar de sana convivencia hay reglas, estructura y normas que seguir.
¿Cómo los padres alinean a los hijos? Ningún padre en su sano juicio, estará dispuesto a reconocer que está alineando a sus hijos. Estoy segura que, indicará que estamos locas, que nos estamos imaginando las cosas; o, que eso que me dijeron no es cierto que busque mejores fuentes para documentarme. La realidad es que, la alineación parental, en ocasiones, es realizada muy sutilmente por uno de los progenitores.
¿Qué características o acciones podemos encontrar en este proceso tan dañino para nuestros hijos? Basado en mi experiencia puedo mencionar varias; las obvias es el de hablar mal a los hijos de la madre o padre no custodio; o la de no permitir o limitarle el contacto con la madre o padre no custodio; ya sea físicamente o por llamadas telefónicas. Pero, si esto no ocurre, ¿cuáles otras acciones podemos identificar?
Aunque no lo crea, son sencillas, pero esconden su único propósito la de alinear al menor, a saber:
- ofrecerle información detallada de tal o cual acuerdo llegado entre los padres;
- ofrecerle detalles de las diversas leyes de relaciones de familia por ejemplo las de maltrato; d emanear que, cuando la madre o padre custodie discipline ante el niño no tenga efecto la disciplina;
- ofrecerle información relacionada al proceso de adjudicación de la pensión alimentaria;
- comprarle todo lo que quieren sabiendo que la otra parte no puede competir económicamente;
- quitarle la autoridad, ante el niño, de poder tomar una decisión como madre o padre custodio ante el niño;
- documentar al niño sobre cual disciplina puede tomar la madre o padre custodio con relación a una acción indebida por parte del menor;
- no establecer reglas en el hogar del padre o madre no custodio;
- romper con la estructura establecida en el hogar custodio; etc.
Es importante mantenernos alertas y no perder de perspectiva que el único motor que nos mueve son nuestros hijos. No permitamos que, el síndrome de alineación parental gane la batalle. Sino por el contrario, luchemos por exigir nuestros derechos y defender a nuestros hijos ante todo. No quiero sonar excéptica, si bien hay padres o madres responsables que su único propósito son sus hijos; también hay padres o madres que recurren al síndrome de alineación parental con el principal motivo de hacer sufrir a su exconyuge sin importarle a quién verdaderamente hacen sufrir: sus hijos. Luchemos por un padre o madre no custodio totalmente responsable por la educación, crianza, salud física y emocional de nuestros hijos, no importa estén físicamente o no en el hogar.
Otros enlaces:
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Richard A. Gardner creó en 1985, el Síndrome de Alineación Parental (SAP)
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Asociación para la Protección de la Familia en Cadiz de España – Sentencias publicadas relacionadas al Síndrome.
Dios, necesito ayuda... Mi hijo tiene ADDH!!! 
